Más allá del instinto . El aprendizaje.

El efecto espejo.

“Nuestros perros APRENDEN más por lo que nos VEN HACER, que por lo que nos escuchan decir.”

A lo largo de la vida el comportamiento se desarrolla como resultado de la interacción de los factores genéticos y del entorno. Un error muy frecuente es pensar que los perros actúan movidos por necesidades o intereses similares a los nuestros. Los perros no necesitan hacer planes con antelación, es decir, no tienen en cuenta el pasado para sobrevivir. Los perros realizan asociaciones sobre la marcha y esto influye en cómo se comportan la próxima vez.

Antes de comenzar con el programa de aprendizaje conviene entender diferentes conceptos.

  • El instinto es un comportamiento concreto ante un suceso que se hace sin una experiencia similar anterior. Es innato. La delimitación del territorio, la conducta gregaria o la cópula son conductas innatas en el desarrollo psicosocial de nuestro cachorro. Estas conductas pueden ser modificadas por la experiencia adquirida.

  • La inteligencia del perro es la capacidad de respuesta o atención frente a estímulos provocados por el entorno. Es decir, es la capacidad de asociación. La valoración de la inteligencia del perro depende de la reacción o respuesta a la señal sobre la acción que le indicamos. Cuanto más rápido, más inteligente aunque con matices porque habría que tener en cuenta el estado emocional de nuestro perro y el contexto.

  • La memoria en el perro es una imagen o recuerdo instantáneo como un flash fotográfico ligado a un olor que produce una sensación agradable o desagradable que se lleva a cabo mediante la asociación. A diferencia de las personas, no almacena recuerdos ni información susceptible de recuperar en un momento puntual. Cuando el perro capta señales familiares de nuevo, desencadenará una asociación memorística positiva o negativa. Al igual que las personas, los perros recuerdan con mayor facilidad los eventos más importantes, como consecuencia del proceso natural de supervivencia.

  • El aprendizaje se basa en como el potencial de la conducta puede cambiar con la experiencia del entorno externo.

    Puede ser por:

    • Disuasión o habituación: es distinguir los estímulos inofensivos de los que no lo son. Es muy primitiva. Por ejemplo, oír la sirena de una ambulancia al principio el perro quiere huir, pero si se le tranquiliza y comprende que es inofensivo se habitúan a él.

    • Asociación: Los perros no necesitan hacer planes con antelación, realizan asociaciones sobre la marcha y esto condiciona su comportamiento futuro. La asociación se obtendrá mediante los reflejos condicionados o utilizando el método ensayo y error.

El ensayo y error consiste que el perro prueba mediante equivocaciones, una y otra vez hasta que da con la solución más adecuada. Si se encierra al animal en una jaula en el jardín y se le coloca fuera, el perro intentará por todo los medios llegar a hasta ella. Acabará por darse cuenta de la relación entre movimiento y el efecto.

Con los reflejos condicionados o adquiridos, el perro aprende a asociar un efecto a una determinada acción. Como demostró Paulov a principios del SXX, determinados estímulos pueden provocar respuestas psicofísicas y en consecuencia modificar ciertas pautas de comportamiento.

Recordamos que los reflejos innatos o no condicionados son aquellos en los que el perro responde a factores externos, pero de una manera continuada y constante.

La educación canina son técnicas empleadas para asegurar que un aprendizaje sea predecible como respuesta a la intervención humana.

  • El refuerzo positivo es el proceso mediante el cual se presentan estímulos y aumenta la posibilidad de una conducta recurrente en un futuro en similares circunstancias. Se puede utilizar una amplia gama de sensaciones para reforzar los comportamientos, además de la comida (refuerzo primario), juego, interacción social … Necesitaremos usar la repetición y afianzar con un timing adecuado.

  • El refuerzo negativo es un proceso que asocia la eliminación de algo desagradable (normalmente relacionado con una emoción) a una conducta, en este proceso se asocia con las emociones de fuga satisfactoria de un daño potencial o de situaciones aversivas (alivio).

El hecho de que los perros tengan instintos no significa que estos dominen su conducta, puesto que pueden ser modificados por la experiencia adquirida en este proceso de aprendizaje. Los perros aprenden por disuasión, asociación o por intuición.


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