¿Qué tal si me adoptas?
Fue abandonado al nacer con sus hermanos. Pepa le ofreció una cama, un techo, un cuenco. Cuando llamaban a la puerta, él ladraba sin parar, y se imaginaba que le venían a buscar.
Ella quería un perro a quien cuidar y amar, se lo pedía a su madre sin parar. Contactaron con Villapepa sin dudar. Y hasta Ávila se fueron para adoptar.
Él acudió a la puerta al escuchar el timbre. Ella le quiso nada más entrar. Lobito, tendría un nuevo hogar. Una vida que no paraba de soñar.
Serían amigos en los silencios y en el camino. Ella prometió cuidarle en la calle, en el parque, en la playa, tumbado a su lado, saltando, durmiendo, ladrando …
Ahora, ambos recorren la ciudad, donde hay mil sitios que explorar. Ellos disfrutan sin parar. Lobito, vuelve a casa después de un silbido, y Sara le acaricia.
Hace un año, entre Sara y Lobito, empezó una nueva vida y una gran amistad. El mundo es mucho más que protectoras que esperar. Adoptados y Salvados.
Gracias a Villapepa por su labor y generosidad.
Inma Díaz.
Si quieres que te ayudemos a adoptar un perro, y te acompañemos en el proceso de integración y adaptación a su nuevo hogar, llámanos al 623100878, o escríbenos a @guaucorazoncanino.com