Dulce travesura

Truco y Trato.

 “Desconfíe de quien es perfecto, de quien tiene soluciones ya listas en el bolsillo, desconfíe de todo, salvo de lo que le dice su corazón.” Susanna Tamaro.

 El entrenamiento para trucos es algo más que enseñar habilidades para entretener a los amigos, ofrece la oportunidad de comprender como piensa el perro y construir un buen vínculo con ellos, siempre que los métodos de comunicación estén basados en el respeto, la empatía y confianza.

Hay que guiar al perro de forma coherente y en entorno que lo motive. Los trucos estimulan a nuestro perro. La clave para mantener al perro motivado es conservar el desafío, consiguiendo éxito todos los días.

Nuestros perros, igual que nosotros, no son máquinas. Lo intentamos, aprendemos, fallamos, y lo logramos. Trabajamos juntos y nos permitimos infinidad de oportunidades. Intentamos no dejar que el perro se equivoque más de dos o tres veces en una sesión, de lo contrario podría desanimarse y no querer repetirlo. En lugar de eso, bajamos el criterio, un paso más fácil.

Es posible que los avances sean lentos y frustrantes, mantener un humor constante y un método de entrenamiento coherente requiere paciencia. Al enseñar un truco, a menudo parece que el perro no comprende el concepto, es posible que parezca que nunca va a entenderlo. No lo estresamos. Realizamos los movimientos un día tras otro y un día verás como ¡guau, se enciende en su cabeza la bombilla! Es el momento clave. Practicar habilidades nuevas es mentalmente agotador para el perro. Tenemos que hacer que sea divertido. Es importante terminar cada sesión cuando el perro siga queriendo continuar. 

 Enseñar un truco es un proceso donde intervienen la comunicación gestual o verbal con el perro, señalando la conducta deseada, la acción llevada a cabo por su perro y la recompensa (golosina o un juguete).

La forma respetuosa y adecuada de conseguir que el perro adopte la postura deseada es guiarle con luring. En el entrenamiento para trucos es crucial que marquemos (con una palabra, una golosina o el clicker) en el momento exacto en el perro lo ha hecho bien. Si esperamos segundos, podríamos premiar una conducta totalmente distinta (premiar demasiado tarde). El timing es valioso, dar el premio en el momento oportuno. Al enseñar trucos nuevos utilizamos la comida para guiar y se le entrega al perro al momento para marcar una conducta correcta. Primero elogiamos “muy bien” y entregamos el premio. Si queremos finalizar el ejercicio podemos liberarlo con “ok”, para que el perro entienda que puede correr y jugar.

Cuando el perro se disperse o sea travieso, evitamos la palabra “no”, si el perro está respondiendo a una señal de forma incorrecta, no es algo intencionado, podemos decir un “otra palabra”, analizar la causa y en función del motivo decidir continuar o posponer el entrenamiento al momento adecuado.

Habilidad “Dormir”


 Cuando un truco o habilidad es compleja, trabajaremos cada parte de forma individual. Después podremos encadenarlas y dar el nombre a un conjunto de acciones. Estas habilidades constituyen un gran desafío mental para el guía y el perro. Habilidad “Dormir”, truco en el que el perro se envuelve en una manta, encadena las señales “ven”, “túmbate”, “cógelo”, “revuélcate” y “triste”.

Dar la pata (izquierda y derecha).

Dar la pata.

El objetivo es que el perro eleve la pata hasta la altura del pecho, permitiendo que el guía se la coja.

Señal manual, con la mano izquierda se guiará para dar la pata izquierda y con la mano derecha la pata derecha.

Señal verbal “choca” para la pata derecha y “pata” para la pata izquierda.

Con el perro sentado frente de nosotros, escondemos una golosina en la mano derecha, y la bajamos hasta el suelo.

A medida que su perro mejora, elevamos la mano. Nos mantenemos de pie y le pedimos la pata. Sostenemos la pata mientras premiamos. Cualquier perro puede aprender este truco. Podemos practicar varias veces por día. Dejamos el entrenamiento cuando lo está haciendo bien el perro. Encadenamos señales alternando “choca” y “pata” de forma sucesiva.

Tráelo.

Traer un objeto.

El objetivo es que él traiga un objeto concreto. Cógelo se usa cuando coge un objetivo a su alcance con la boca. Realizamos un corte en una pelota de tenis e introducimos una golosina en su interior. Lanzamos la pelota enérgicamente.

Le quitamos la pelota para entregarle la golosina de dentro.

Cógelo.

Coger un objeto.

Escogemos un juguete que el perro adore y se lo damos enérgicamente al perro mientras le damos la señal verbal. Le cambiamos el juguete por la golosina. Cuando tengamos el ejercicio trabajado, podemos ser creativos y hacer que el perro coja y sujete otros objetos. Muchos perros son cobradores y entienden el ejercicio en pocos días.


¿Qué puede pasar?

  • Mi perro no tiene interés en perseguir la pelota. Motivaremos al perro actuando con entusiasmo y persiguiendo la pelota nosotros mismos.

  • Mi perro coge la pelota y sale corriendo con ella. Nunca debemos perseguirle cuando juegue a escaparse. Le atraeremos con una golosina o dispondremos de otra pelota igual para llamarle la atención.

  • Si un perro coge demasiadas veces, la pelota de tenis puede sufrir desgaste dental. Podemos utilizar un Kong.

  • Suéltalo. El objetivo es que el perro suelte el objeto de la boca, dejándolo caer al suelo.

  • Señalamos al suelo y le indicamos “suéltalo”. Le premiamos con comida o juguete.

Dámelo.

Traer un objeto.

El objetivo significa que tiene que soltarlo en nuestra mano.

Con el perro sujetando un juguete en la boca le decimos “dámelo” y le ofrecemos una golosina a cambio de juguete. Cuando suelta el juguete para comerse la golosina, y le elogiamos. Le devolvemos el juguete para que entienda que renunciar a él, no significa que tenga que buscarlo de nuevo.

Soltar un objeto.

¿Qué puede pasar?

  • La predisposición de los perros a renunciar a un juguete es variable. Crearemos el hábito de lanzar el juguete si el perro renuncia a él voluntariamente.

  • Mi perro no suelta el juguete. Intentamos utilizar un juguete que no le guste tanto y premiarle con uno que le guste mucho.

  • Es importante no obligarle a soltar un objeto, puesto que podría mordernos sin querer.

Olfato.


Recuerda para los trucos el trato es:

  • Premiar con golosinas sabrosas, mientras el perro esta en la posición deseada, de forma inmediata (Timing).

  • Ser coherente y paciente.

  • Adaptar el nivel al perro, momento y contexto. 

  • Terminar la sesión mientras el perro quiera seguir.

  • Motivar con voz alegre a nuestro perro. 

  • Entrenar antes de jugar. 

  • Divertirnos con el perro en los aprendizajes.


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